Como ya comenté en una entrada anterior en mi blog, creo que la comunicación no formal, la divulgación, es también clave en el mundo de la ciencia. Si solo nos limitamos a comunicar nuestros trabajos en el ámbito académico, la mayoría de las veces nadie ajeno a la ciencia sabrá en qué estamos contribuyendo a la ciencia o qué aplicaciones reales tiene nuestra investigación.
De momento, no he hecho apenas divulgación de mi trabajo como científica. Digo apenas porque creo que hay un par de ejemplos que sí se podrían considerar divulgación. El curso pasado, gané un concurso de Posters en unas jornadas doctorales organizadas por el Grupo de Universidades G9 en Palma de Mallorca. A raíz de ese premio, tuve que escribir un pequeño artículo para la Web de la UPNA para contar en qué consistía mi tesis y qué objetivos tenía. Tras publicarse ese artículo en la Web, varios medios externos a la UPNA difundieron la noticia, entre otros Diario de Noticias y Diario de Navarra. Además, una radio local de Pamplona se puso en contacto conmigo para tener una pequeña entrevista en directo para que les contara mi proyecto de investigación y mis resultados. Obviamente, tanto el artículo de prensa como la entrevista de radio las hice desde un enfoque divulgativo, explicando mi proyecto y mis avances para un público en general. Lo que parece muy sencillo, resulta no serlo cuando te pones con ello, ya que muchas veces cuesta más contar tu trabajo a alguien que no sabe del tema que a alguien que está también trabajando en ello. Hasta entonces, mucha gente sabía que estaba haciendo un doctorado en temas de Marketing pero desde ese momento, estoy segura de que mucha más gente supo en qué estaba contribuyendo realmente y por qué mi trabajo era relevante, no solo para el mundo académico sino también en un ámbito industrial.
Tras lo que he ido leyendo en esta asignatura y lo que he ido viendo en este año y medio de carrera académica, estoy segura de que me gustaría hacer divulgación, quizá ahora no tenga demasiados resultados o avances como para ello, pero sí en un futuro próximo. Me gusta la idea de contar la ciencia a la sociedad y de tener que hacer un ejercicio de poner los pies en la tierra para transmitir la importancia que mi investigación tiene en diversos ámbitos.
Antes de acabar esta entrada me gustaría hablar un poco también de las redes sociales científicas. ¿Dispongo de cuenta en alguna red social científica? Sí. ¿Soy activa en ellas? Realmente no. La primera red social en la que me di de alta fue LinkedIn, hace ya mucho tiempo. Lo hice no cómo científica sino como profesional, con el objetivo de buscar empleos o hacer una red de contactos. Suelo entrar en LinkedIn un par de veces por semanas a leer algún post interesante o buscar alguna persona. Sin embargo, me considero pasiva, ya que no genero contenido. Cuando comencé la tesis doctoral, me di de alta en Mendeley, si bien nunca la he usado como red social como tal sino como gestor bibliográfico. Sólo la uso para buscar artículos interesantes y gestionarlos. Del mismo modo, al comenzar el doctorado me di de alta en ResearchGate, pues varios compañeros me comentaron que era la red social científica más utilizada. Desde entonces tengo perfil, pero apenas la uso. Sí que he agregado a gente importante de mi disciplina o a antiguos compañeros de Universidad pero no la utilizo apenas, ni subo los avances de mi tesis. Como en el caso de Mendeley, a veces entro en ella para buscar algún artículo interesante o algún debate sobre alguna cuestión relevante en mi tesis.
De momento, no he hecho apenas divulgación de mi trabajo como científica. Digo apenas porque creo que hay un par de ejemplos que sí se podrían considerar divulgación. El curso pasado, gané un concurso de Posters en unas jornadas doctorales organizadas por el Grupo de Universidades G9 en Palma de Mallorca. A raíz de ese premio, tuve que escribir un pequeño artículo para la Web de la UPNA para contar en qué consistía mi tesis y qué objetivos tenía. Tras publicarse ese artículo en la Web, varios medios externos a la UPNA difundieron la noticia, entre otros Diario de Noticias y Diario de Navarra. Además, una radio local de Pamplona se puso en contacto conmigo para tener una pequeña entrevista en directo para que les contara mi proyecto de investigación y mis resultados. Obviamente, tanto el artículo de prensa como la entrevista de radio las hice desde un enfoque divulgativo, explicando mi proyecto y mis avances para un público en general. Lo que parece muy sencillo, resulta no serlo cuando te pones con ello, ya que muchas veces cuesta más contar tu trabajo a alguien que no sabe del tema que a alguien que está también trabajando en ello. Hasta entonces, mucha gente sabía que estaba haciendo un doctorado en temas de Marketing pero desde ese momento, estoy segura de que mucha más gente supo en qué estaba contribuyendo realmente y por qué mi trabajo era relevante, no solo para el mundo académico sino también en un ámbito industrial.
Tras lo que he ido leyendo en esta asignatura y lo que he ido viendo en este año y medio de carrera académica, estoy segura de que me gustaría hacer divulgación, quizá ahora no tenga demasiados resultados o avances como para ello, pero sí en un futuro próximo. Me gusta la idea de contar la ciencia a la sociedad y de tener que hacer un ejercicio de poner los pies en la tierra para transmitir la importancia que mi investigación tiene en diversos ámbitos.
Antes de acabar esta entrada me gustaría hablar un poco también de las redes sociales científicas. ¿Dispongo de cuenta en alguna red social científica? Sí. ¿Soy activa en ellas? Realmente no. La primera red social en la que me di de alta fue LinkedIn, hace ya mucho tiempo. Lo hice no cómo científica sino como profesional, con el objetivo de buscar empleos o hacer una red de contactos. Suelo entrar en LinkedIn un par de veces por semanas a leer algún post interesante o buscar alguna persona. Sin embargo, me considero pasiva, ya que no genero contenido. Cuando comencé la tesis doctoral, me di de alta en Mendeley, si bien nunca la he usado como red social como tal sino como gestor bibliográfico. Sólo la uso para buscar artículos interesantes y gestionarlos. Del mismo modo, al comenzar el doctorado me di de alta en ResearchGate, pues varios compañeros me comentaron que era la red social científica más utilizada. Desde entonces tengo perfil, pero apenas la uso. Sí que he agregado a gente importante de mi disciplina o a antiguos compañeros de Universidad pero no la utilizo apenas, ni subo los avances de mi tesis. Como en el caso de Mendeley, a veces entro en ella para buscar algún artículo interesante o algún debate sobre alguna cuestión relevante en mi tesis.
Yo también tengo mis reparos con las redes sociales "de científicos", tengo perfil pero las uso muy poco (o nada), en cambio las generalistas sí me resultan útiles.
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